La flor magnifica, mito amazonico, Brasil

Como tantas y otras noches, la joven y bella Naiá salió a escondidas de su choza para mirar los rayos plateados de la luna con la esperanza de que esta se fijara en ella. Por que la tribu creia , que en realidad, se trataba de un guerrero fuerte y poderoso que los miraba desde el firmamento. De hecho, ya se había casado con muchas jóvenes hermosas q luego convirtió en estrellas.
Naiá corria entre los árboles y lianas , sin miedo a los peligros q la acechaban. Sólo miraba al cielo, donde la luna y las estrellas brillaban como hipnotizandola.
Cansada volvía a acostarse.Todos sus amigos sabían q estaba enamorada de la luna. Por que uno tras otro fué despidiendo a los jovenes que la pretendian. No tenía ojos para nadie y una gran melancolia fue envolviendola. Cuando se acercaba el tiempo de la luna llena y se aparecia bajando desde el cielo el poderoso guerrero para casarse con una india, Naiá se transformaba llena de ilusion .
Cuan grande era su pena luego! Miraba hacia arriba y descubria otra estrella mirando. Y entonces Naia lloraba.
Una noche, como tantas otras, se puso todos los adornos que poseia. Se veia hermosa y radiante pero nadie la vio cuando salio corriendo hacia la espesura.
Los rayos plateados de la luna le mostraban un camino hasta ese momento nunca antes recorrido. Anduvo mucho, y de pronto, no pudo ver mas la luna, por que los altos árboles no dejaban pasar la luz. Todo era desconocido para Naiá, pero, sin miedo, continuo su camino.
Hasta q se sorprendio al encortrarse junto a un lago. Sobre su superficie pulida brillaba plácida e incitante la luna. Su felicidad fué indescriptible, pues no le cupo duda que su guerrero plateado habia ido a buscarla. Y plena de amor y pasión se lanzó al agua a abrazarse con su amado.
Sin embargo, no era ese su destino. Sin poder impedirlo se hundió para siempre en las aguas profudas.
Cuando la luna guerrerovió el reultado de su desprecio, se arrepintió de no haberla querido hacer una brillante estrella de firmamento. Se quedó pensativo, algo debia hacer. Decidio, entonces trnsformarla en la mas bella flor del agua, que todas las noches abriera petalos enormes y su luz de luna abriera su corola rosada.
Y asi nacio la planta acuatica victoria regia, que se ha constituido como la flor nacional de Brasil.